La transmisión a través la experiencia

En tiempos de crisis de la educación, en el mundo y especialmente en nuestro país, debido en parte a las estrategias pedagógicas tradicionales basadas en el traspaso de contenidos a través de la exposición de materias, nos parece relevante desarrollar métodos de transmisión basados en la experiencia. Un “saber” como el artístico, no se condice con las técnicas pedagógicas tradicionales, pues no es posible de “enseñar” sino que sólo es posible de transmitir. Esta transmisión no ocurre de la misma forma en que se enseñan ciencias o humanidades, ya que el acercamiento al objeto artístico supone entrar en contacto con la alteridad, y el trabajo creativo tiene más que ver con desarrollar la mirada, conectarse con la intuición y desarrollar una serie de capacidades que no son posibles de enseñar de la forma tradicional.

Su transmisión consiste más bien en crear las condiciones para que se produzca el hecho artístico. Una juventud como la actual, permanentemente expuesta a las imágenes y ávida de ellas, requiere de herramientas para ampliar la mirada, y de instancias que los incentiven a crear fuera de los esquemas que los medios proponen y que ellos tienden a replicar. La capacidad de crear fuera de los modelos trazados por los la publicidad, la televisión e internet, no solo es relevante para la educación artística de los jóvenes, sino para su desarrollo como seres creativos en todo ámbito. La creación de métodos pedagógicos que se basan en el contacto con el hecho artístico y la experiencia de relacionarse con la alteridad, son relevantes pues se plantean como agentes emancipadores de los individuos, incentivando su interés en el mundo desde una perspectiva propia y estimulando su autonomía, más allá de los saberes concretos que entregan materias que les son dictadas.

Si bien este proyecto se basa en experiencias de introducción del cine en la escuela que han sido desarrolladas y aplicadas en otros países, tales como el proyecto desarrollado por Alain Bergala dentro de la Misión de la Educación Artística y de la Acción Cultural, para el desarrollo de las artes y de la cultura en la escuela pública en Francia, y las experiencias de introducción del cine para grupos de estudiantes y profesores llevadas a cabo dentro del proyecto Cine para Aprender y Desaprender (CINEAD) en el Laboratorio de Educación, Cine y Audiovisual de la Facultad de Educación de la Universidad Federal de Río de Janeiro, nos parece relevante la creación de métodos propios de transmisión del cine, que aprovechen las experiencias realizadas en otros países, pero que sean coherentes con la realidad nacional.

Recogiendo los antecedentes internacionales, y las diversas experiencias de este tipo que se han aplicado en nuestro país en el último tiempo, ( y que crecen día a día ) la creación de experiencias concretas producto de la investigación y la experimentación, contribuirán al establecimiento de métodos replicables en el futuro, y que puedan ser parte de políticas de educación artística a nivel nacional.

Un proyecto como este, que a través de la investigación pretende producir conocimiento teórico en torno a la relación entre cine y educación, y que a través de la creación de experiencias aplicadas y evaluadas pretende desarrollar modelos de transmisión, es relevante para el desarrollo de un campo de estudios en ciernes, que se inscribe dentro del campo de la educación artística, pero que reflexiona desde distintas disciplinas —además de la pedagogía— acerca de la relación entre cine y educación, y específicamente acerca del rol del cine en la escuela.

El desarrollo de un enfoque interdisciplinario como el que se propone, que incluye las artes visuales y la filosofía, tiene relevancia para el desarrollo de la reflexión y experimentación en torno al cine en tanto objeto artístico —cuya potencia pedagógica radica en el gesto de creación y en el contacto con la alteridad— distanciándose de enfoques que abordan el cine desde la problemática de los contenidos por sobre su carácter de experiencia sensible.

En este sentido, el seminario El Cine es Escuela, organizado por el ICEI en colaboración con el DEP durante noviembre de 2014, que contó con la participación de Alain Bergala y Adriana Fresquet entre otros destacados invitados internacionales, y que convocó experiencias e iniciativas de transmisión del cine en la escuela desarrolladas tanto en Chile, como el Taller de cine para niños, de Alicia Vega, como en el extranjero desde diversas instituciones, educativas y gubernamentales, constituyó una instancia inédita de vínculo y reflexión en torno al cine y la educación en nuestro país. EL proyecto Cero en Conducta es la continuidad del trabajo y los vínculos iniciados en el seminario, en pos del desarrollo de estudios y prácticas en torno al cine y su rol en la escuela, pues pretende sistematizar la información obtenida y la reflexión desarrollada y por hacer, afianzar y ampliar los vínculos creados, y dar un paso hacia la creación de experiencias concretas, producto de la reflexión en torno al tema.

Cero en Conducta es un Proyecto que abre un espacio en la Universidad de Chile a este campo de la pedagogía y desde aquí pretende aportar a iniciativas que surjan en la recientemente creada Mesa de cine, educación e infancia que reúne en Chile a quienes trabajan en esta línea.