Escuela República de Argentina – Padre Hurtado, RM.

Talleristas: Bernardita Olmedo y Paola Campos

Entre junio y julio de este año, las talleristas Bernardita Olmedo y Paola Campos, realizaron siete sesiones del Taller de Cine, para 11 alumnos de séptimo básico de la Escuela República de Argentina, ubicada en la comuna de Padre Hurtado, en la Región Metropolitana.

La finalidad de este taller es experimentar una forma de acercar el cine a la escuela, teniendo como eje metodológico del mismo, la aproximación de los niños al cine como arte de creación personal y subjetiva. Las talleristas son dos guionistas con formación en el Magister de Cine Documental de la Universidad de Chile. Participa además como observante una profesora de Música encargada de áreas extra escolares de dicho establecimiento.

El Taller se desarrolla en horas destinadas a actividades extra programáticas en dos módulos de 45 minutos. Además del visionado, cada sesión contará con actividades individuales en donde los alumnos vivirán la experiencia de creación.

Fundamentos

El cine como acto de creación y no como mero objeto de conocimiento tiene una potencia emancipadora. Esta fuerza del cine radica en que quien crea, necesariamente debe realizar una serie de elecciones y disposiciones materiales, que provocan formas de relación con la alteridad. Ahora, si bien es cierto que estos modos de relación pueden reproducir mecanismos estancos, creemos que si son adecuadamente trabajados, pueden abolir no sólo el estatuto simbólico del maestro como explicador y simplificador de contenidos, y del aprendiente como el sostenedor de la ignorancia, sino que también pueden hacer remecer las formas en que los niños piensan y se piensan, haciéndolos cada vez más autónomos, conscientes de su aprendizaje y del valor de su propia mirada.

Por otra parte, este doble desplazamiento entre un individuo que ve una película de un director o un trabajo de un compañero para tratar de posicionarse e imaginar el porqué de las decisiones de otro, para luego experimentar la creación de una pieza, constituye la génesis de un diálogo permanente entre la experiencia del otro y la personal, modificando el estatuto de la clase como lugar de absorción de saberes, para convertirla en zona  de  intercambio y posibilidad de transformación.

Finalmente, la  decisión de potenciar el visionado y la práctica del documental en primera persona, se fundamenta por una parte, en la necesidad de dar espacio a un cine doméstico, de bajo presupuesto, pero por sobre todo, en la idea de impulsar un cine que ponga en relieve la experiencia individual y la subjetividad de los niños, potenciando al mismo tiempo, el hecho ponerla en tensión y cuestionamiento permanente.

La experiencia de ver

Esta parte del taller, consiste en posibilitar el encuentro del niño con el cine a través de tres tipos de visionados.

  • Visionados de ejercicios cortos realizados por las propias talleristas en el marco del Magíster de Cine Documental de la Universidad de Chile y de otros ejercicios destacados realizados por alumnos del mismo. De esta forma, se pretende acercar las experiencias de los alumnos del magister, las cuales se caracterizan por explorar diversas formas de trabajar con la materialidad del cine,  a los alumnos del taller de cine en la escuela, relevando la noción de experimentación formal. Por otra parte, el hecho de que las mismas talleristas se refieran a cómo fue su propio proceso de creación, pretende generar un clima de intercambio y  de valoración del proceso personal.
  • Minutos  Lumière y fragmentos de filmes documentales que trabajen la primera persona. Mientras los primeros serán utilizados para que los alumnos descubran la potencia del cine en la aparente sencillez de su primer gesto (único encuadre, cámara fija y un tiempo acotado), las otras películas pretenden generar un encuentro entre el niño y diferentes formas de abordar el yo.
  • Un tercer tipo de visionado, y el más importante, será en base a los ejercicios de los propios niños. Se trata de Minutos Lumière de los alumnos al interior de su propia escuela, y de imágenes creadas en sus hogares, dando paso al intercambio de la experiencia artística personal y al re descubrimiento y apropiación del espacio colectivo (la escuela) e individual (hogar).

La experiencia de hacer 

En la primera sesión, además del visionado, se les pedirá a los alumnos que realicen una fotografía libre al interior de su escuela, para luego mostrarla ante sus compañeros definiendo, con sus propias palabras, cuáles fueron las decisiones que tomaron para realizarla.  La idea es que a través de este simple ejercicio, los estudiantes descubran el valor de sus decisiones intuitivas (selección de objeto, encuadre, posición de la cámara, distancia entre cámara y objeto) dentro de un universo de posibilidades.

En la segunda sesión, luego de haber remirado su colegio durante una semana y pensado en las decisiones que llevarán a cabo, los alumnos se disponen a grabar sus minutos Lumière. De esta forma, los alumnos experimentan, además de los gestos antes descritos, la fuerza del movimiento y de la imagen tiempo.

En la tercera sesión se trabajará la relación entre sonido e imagen. Con los ojos vendados, se les pedirá escuchar el ejercicio audiovisual de una de las talleristas, y describir las imágenes que vinieron a su mente a partir del sonido, el cual pese a narrar vivencias de la realizadora, genera un contrapunto entre su narración y la imagen.  Luego de dialogar sobre las decisiones de la realizadora, se muestran extractos del mismo ejercicio con distintas bandas sonoras,  de modo que el alumno perciba las diversas sensaciones que provocan estos sonidos.

En tanto, durante la segunda hora de taller, los estudiantes, dispuestos en grupos de a tres, deberán grabar 3 planos diferentes de un mismo objeto, de 20 segundos de duración cada uno, e idear la banda sonora para esas imágenes.

En la cuarta clase, los alumnos vivirán la experiencia de realizar una banda sonora para las imágenes que crearon. Esta banda se conformará como una mezcla entre sonidos creados o capturados por ellos mismos, con foleys descargados de internet. Posteriormente, ayudados por el ayudante de taller, los alumnos presenciarán y participarán  del montaje entre sus imágenes y los sonidos que idearon para estas.

La quinta clase se dedicará  al visionado de diferentes fragmentos de películas de cine en primera persona. La idea es que los alumnos detengan el proceso de creación, para contactarse con películas que ensayen diversas formas de expresar el yo(retrato, autobiografía, diarios, listas, etc.). Luego de conversar libremente sobre las impresiones de los alumnos sobre cada film, se les pedirá crear una “lista de cosas que les  hacen  latir el corazón”.  Este listado, que puede ser de la más variada índole (sueños, objetos, imágenes, recuerdos, etc.) tienen como finalidad hacer que los niños piensen en las imágenes que los convocan, dentro de un universo de posibilidades.

En la sexta sesión cada niño compartirá con el curso aquella imagen/situación/objeto elegido de su lista y la forma en que éste será abordado en el registro final, incorporando los contenidos revisados en el taller. Cada caso será trabajado con sus compañeros y con las talleristas. La clase concluirá con un visionado (por definir) y con la misión de reflexionar, observar y tomar las decisiones necesarias para el rodaje llevado a cabo en las vacaciones de invierno.

Séptima clase: revisión de material y montaje.

 

Una mirada a la experiencia

 


Texto: Bernardita Olmedo y Paola Campos

Video: Registros de César Zúñiga, montaje de Martín Santapau.